El jinete de bronce

El jinete de bronce - Paullina Simons, Alberto Coscarelli Tatiana Metanova es una joven de 17 años que vive junto a su familia en la Rusia comunista. A pesar de las duras condiciones de vida en las que se encuentra el proletariado, es feliz junto a su hermana mayor Dasha, su mellizo Pasha, sus padres y sus abuelos en el gran piso que comparten con otras familias en Leningrado. Este equilibrio es roto desde el momento en que emiten por la radio la noticia de que los nazis han invadido la Unión Soviética, el instante en el que el universo de Tatiana se tambalea y cambia drásticamente su destino.

Ese mismo día conoce a Aleksandr, oficial del Ejértico Rojo, con un oscuro pasado que, en caso de salir a la luz, pondría en peligro su vida y las de los de su alrededor. Amor a primera vista, por supuesto, se conocen en una de las mejores escenas románticas que he leído. Por un instante pareció que el mundo entero y el tiempo se pararon y sólo quedaban ellos dos en medio de un montón de gente, mirándose, el inicio de la gran historia de amor épica, la guerra y el dolor. Pero es una historia que ha elegido nacer en tiempos de guerra, la incertidumbre inunda sus vidas, sin saber nada del futuro, preguntándose si se van a ver mañana, sabiendo que su historia puede terminar drásticamente, entre las batallas, el hambre y el frío.

En un principio Tatiana encara la guerra totalmente inconsciente de a lo que se enfrenta, no espera ni por asomo el hambre y las muertes que tendrá que afrontar. Esta ingenuidad es, en cierto modo, lo que llevó a Aleksandr a fijar la vista en ella cuando se ven por primera vez. Él se siente hechizado por ella, por su manera de ver la vida, por su inocencia, que es como un bálsamo para él en medio de tanto caos en el vacío de su existencia.

A pesar de las insistencias de Aleksandr, ella renuncia a su amor, pues Dasha también está enamorada de él. Tatiana se aparta para dejar el camino libre a su hermana, a pesar de sus propios sentimientos. Es una joven generosa que desea, ante todo, que los de su entorno sean felices y si ella tiene que sacrificarse por ello, no duda en hacerlo. Se dice que, cuanto más buena es la madre, más tiranos son los hijos. Aquí se da eso pero justo al contrario, Tatiana es tímida y de una gran nobleza, y eso la convierte a ojos de los demás en alguien débil. No sé si es por el carácter ruso, por la época o por una cualidad de la familia Metanov, pero la joven es ignorada y casi despreciada por los demás, hay que pensar también que, además de la hija menor, es mujer, así que es como el “último mono” de la familia. Pero, en vez de rebelarse, sucede justo al contrario, ella es la más fuerte de todos, aunque no lo parezca. Y esto se demostrará por las duras situaciones en la que se pondrá a prueba.

La gran generosidad de Tatiana trae de cabeza a Aleksandr, no soporta ver cómo la trata su familia y, desde el primer momento, le presta una atención especial, sus miradas, sus gestos, el doble sentido de sus palabras me hicieron enamorarme de él. Él tiene que cumplir con su papel del novio de Dasha, pero no puede evitar amar a Tatiana cada vez un poco más, la defiende en los momentos críticos, le da ánimos en los más desesperados, los roces accidentales y las palabras dejan a la joven anonadada, no puede mirarle en público por temor a mostrar sus sentimientos. Aparte de los trajines del sitio y de la guerra, tiene que enfrentarse al dolor de ver cómo su hermana ama a Aleksandr sin ataduras, sin reprimirse. Todo ello es una dura prueba para sus sentimientos y su lealtad.

Me gustó el libro por la ambientación, la autora capta magníficamente el sufrimiento de una familia normal y corriente en tiempos de guerra, el dolor, el frío, el hambre, la incertidumbre de si van a vivir el día siguiente, el mes siguiente, el año siguiente. El carácter comunista está muy bien llevado, cabe destacar la absoluta falta de noticias del interior y el exterior, los rumores que circulan son amenazadores y la ciudad tiene que enfrenarlos por su cuenta. Aquí vivimos el sitio de Leningrado en carnes propias, la autora sabe meternos en la piel de los protagonistas y las penalidades que tienen que sufrir, además de añadirles el amor y desesperación que sienten el uno hacia el otro, sin poder expresarlo abiertamente. Tienen que mantener una fachada de indiferencia que pone a prueba a cada uno de ellos. El libro se centra más en Tatiana, dejando algo de misterio en torno a nuestro héroe que, por cierto, menudo héroe.

Es uno de los mejores protagonistas en la literatura romántica que he leído, lo juro. Es todo un caballero, pero dentro arde un genio de mil demonios. Es simpático y encantador, pero no tolera las injusticias. Es guapo y atractivo, pero por dentro está vacío. Busca esperanza y liberación, cuando conoce a Tatiana su mundo se ilumina, empieza a ver la luz en la oscuridad. Comienza a tener fe en el futuro, después de un pasado desgarrador y un presente caótico.

Con este libro descubrí que me encantaban las historias de amor en tiempos turbulentos, como puede ser la Segunda Guerra Mundial. La elección del escenario también me parece muy acertada, he aprendido mucho con este libro, si no bien de batallas, sí de las penalidades de la gente de a pie, personas que podríamos ser nosotros y nuestras familias. No hay grandes personalidades ni en ningún momento vemos a Stalin o a Hitler, se mencionan de pasada y se centra en las aventuras y, sobre todo desventuras, de un joven oficial y una joven mujer que todavía no ha conocido su femineidad. La guerra los transforma. Ven las consecuencias del sitio a su alrededor y sienten miedo, mucho miedo, pero también esperanza, una chispa de ánimo y calor mutuo entre los dos, a pesar de que todo el universo está en su contra, están decididos a llevar adelante sus sueños.

Tatiana es cada vez un poco menos inocente, se siente culpable por los sentimientos hacia Aleksandr y la traición a su hermana Dasha, lo que da paso a la amargura y la tristeza. A medida que avanza la trama, descubre con Aleksandr los primeros besos, las primeras caricias, las miradas seductoras, limpias y expresivas. Descubre el amor y la atracción y aprende a ocultarlos, por miedo a las represalias. Por un lado, Tatiana sabe que ama a Aleksandr, pero por otro, tiene miedo de él la hiera, de que el sentimiento no sea recíproco. Las apariencias lo son todo para los demás, al resto no le importa las emociones de ambos protagonistas. Ven lo que quieren ver, y sólo la prima de Tatiana, Marina, capta desde el principio la atracción entre ambos. Dimitri, soldado raso, también lo percibe y no duda en utilizarlo en su contra, en un juego de chantaje, secretos y medias verdades.

Aleksandr es un joven que ha vivido demasiado para sus 23 años. Está cansado de la existencia que lleva y el absoluto vacío que siente. No tiene familia, no tiene amigos de verdad en los que pueda confiar su agonía y desesperanza. Vio cómo su mundo se destruía años atrás y sólo le mantiene en vida el simple afán de supervivencia. Pero conoce a Tatiana, nada más verla, sabe que todo va a cambiar, su vida da un giro brutal y empieza a confiar en el futuro y a disfrutar el presente junto a ella. Comienza a mirar las cosas con optimismo, con el recuerdo de ella grabado a fuego en su mente. A pesar de la separación constante para estar con Dasha, él no puede evitar mirarla, visitarla, por miedo a no verla nunca más. No hay destino menos claro que el de una guerra. Sin embargo, es esta incertidumbre lo que de verdad engancha. No voy a decir nada de lo que pasa en la historia porque lo estropearía absolutamente todo. El descubrimiento de los sentimientos y la evolución de la historia es lo mejor en este libro. La satisfacción de pasar la página y preguntarse qué es lo que va a suceder.

Este libro, junto al resto de la trilogía, es uno de los mejores que he leído. No soy capaz de clasificar esta historia en ningún género. No podría tacharlo de sentimental porque tiene sus dosis justas de pasión, no lo veo muy histórico porque es una época bastante reciente pero tampoco contemporáneo. Para mí es una HISTORIA DE AMOR con todas sus letras, una historia épica de una joven pareja que tiene que hacer frente a todos los obstáculos imaginables, sentimos con ellos, admiramos a Tatiana por su fortaleza, amamos a Aleksandr por su nobleza y soñamos con el amor mágico que se profesan el uno al otro. Es una historia de amor desgarradora, tierna y muy emotiva. La trama es sólida y muy bien llevada, un marco perfecto para el desarrollo de este amor con un final incierto.

La trilogía de El jinete de bronce no tiene desperdicio, es la joya de la corona de mi librería, una obra de arte, no la pierdo de vista ni harta de vino.

Le daría un 6 estrellas si pudiera, es una historia inolvidable. Es de esas que, nada más cerrar el libro te preguntas: “¿Qué leo yo ahora que supere esto?”.